Etapa 8 (19/11) - Bonampak - Bethel (Guatemala)

NUestra primera noche en Guate, al lado de la migra
Que ganas teniamos de ver esto
Super entrada a Guate!!Por ahi cargamos las bicis. Mejor entrada no podia haber


Distancia: 49'3 km
Media: 12'8 km/h
Máxima: 68'8 km/h
Tiempo: 3:49 h

MAdrugón como viene siendo habitual con nuestros huevos revueltos con latita de salsa mexicana La Costeña, lo vamos a extrañas ya que no sabemos si La Costeña cruza el río Usumacinta. Puntualmente a las 7 am nos ponemos a pedalear. Quien madruga dios le ayuda, aunque no por mucho madrugar amanece más temprano. La etapa nos regala un descenso vertiginoso (+70 km/h) donde dan ganas de bajar con la boca abierta del goce, aunque no es muy recomendable sino te quieres comer todos los mosquitos que nos picaron la noche anterior. El descenso nos lleva al inevitqable llano, dándonos de vez en cuando la oportunidad de ver la selva cubierta por la niebla matutina a nuestros pies. A lo lejos se oyen los changos rugir.
Después de 33kms alcanzamos uno de los puntos importantes de nuestro viaje: frontera Guate!!!!PAra ponerlo fácil del sitio, imaginad una frontera ... vale. Pues lo contrario a lo que imaginais. LA forntera es el río Usumacinta y se cruza con una lanchita (25 pesos). En este cruce fronterizo nos vienen a la mente todos los zorros viejos y carroñeros que viven al lado de la frontera sacándole pasta a los turistas.
SI la pobreza era patente en CHiapas, el otro lado del río le da una vuelta más a la palabra pobreza. Por ejemplo, el asfalto desaparece y los caminos son pistas, pero para estos dos zorros montañeros la tierra nos da mucha vidilla, recordando kms pasados con pneumáticos más anchos.
Soprendentemente la migra está a 10 kms del río, haciéndonos sentir en No man's land por un rato. Las cuestas de tierra hasta Bethel nos hacen sudar tinta. Finalmente llegamos a la migra guatemalteca donde volveremos a jugar a imaginar una migra. Cúal es el resultado? Volvisteis a fallar!!! Allá nos dan alojamiento, cena, TV y plática con un hombre viajado, bondadoso, generoso y muy cultoso. Sinceramente un placer pasar nuestra primera noche en Guate. Allí mismo tb están nuestros colegas los Jairos, dos niños de 6 y 11 años donde nos aterran con más de una docena de historias de miedo de ese lugar, qué bonitos los niños!!!!!